DARREN SHAN

DARREN SHAN
SAGA DE DARREN SHAN
1. El tenebroso Cirque Du Freak
Darren Shan es, aparentemente, un chico normal; le gusta jugar al fúbol, mandarse mensajitos con sus amigos y siente verdadera fascinación por las arañas. Un día, Steve, su mejor amigo, consigue entradas para un extraño espectáculo, el Cirque du Freak, prohibido en la ciudad, porque actúan criaturas anormales y raras. Por ejemplo, hay un hombre-lobo, una mujer barbuda, un niño serpiente o una tarántula -Madame Octa-, que se alimenta de cabras, hace trucos y su dueño ¡asegura ser un vampiro! Darren, fascinado por la tarántula, decide robarla y llevársela a casa para domesticarla. Pero la araña ataca a Steve y Darren tendrá que vender su alma al vampiro para conseguir el antídoto que salvará a su amigo.. 


2. El asistente de vampiro

Mi nombre es Darren Shan. Soy un semi-vampiro. Antes era humano, hasta que robé la araña de un vampiro. Después de eso, mi vida cambió para siempre. Mr. Crepsley (el vampiro) me obligó a convertirme en su asistente, y me uní a un circo lleno de extraños personajes, llamado Cirque Du Freak.







3. Túneles de sangre

Ahora Darren, el asistente del vampiro, empieza a conocer la ciudad tras abandonar el Cirque Du Freak con Evra, el niño-serpiente, y Mr. Crepsley. Cuando empiezan a aparecer cadáveres (cadáveres desangrados), Darren y Evra se imponen la misión de dar caza a lo que quiera que sea esa repugnante criatura que está cometiendo tan horrendos actos. Así, bajo las calles, el mal acecha a Darren y Evra, y todos los indicios apuntan a Mr. Crepsley. ¿Conseguirán escapar, o estarán condenados a perecer en los túneles sangrientos?





4. La montaña del vampiro

Supongo que me recuerdas. Soy Darren Shan, un -vampiro a medias-. Como sabes, después de descubrir mi nueva condición, me convertí en el asistente del seños Crepsley, uno de los personajes más carismáticos del Circo de los Extraños. De eso hace ya más de 8 años...Un día, el seños Crepsley me dijo que debía presentarme ante el Concilio de los Vampiros, una reunión al más alto nivel que se celebra cada 12 años en la inhóspita e innaccesible Montaña de los Vampiros. No sé porque le obedecí. 
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5. La ordalía de la muerte
Lejos, oculta en un helado y casi inaccesible rincón del mundo, se alza la Montaña de los Vampiros, donde se reúnen cada doce años. El Consejo (así lo llaman) lo dirigen los Príncipes Vampiros (a quienes todos obedecen) y está formado en su mayoría por los Generales, cuyo trabajo es controlar a los no-muertos.
Con el propósito de presentarme ante los Príncipes Vampiros, Mr. Crepsley me arrastró con él al Consejo en la Montaña de los Vampiros. Mr. Crepsley es un vampiro. Yo soy su asistente, soy un semi-vampiro y mi nombre es Darren Shan.







6. El principio vampiro
Oscuridad… Frío… Aguas revueltas… rugiendo como mil leones… Giro y giro sin parar… Golpeo contra las rocas… Protejo mi rostro con los brazos… Encojo las piernas para hacerme aún más pequeño, exponiendo lo menos posible.
Soy lanzado contra un puñado de raíces… Me aferro a ellas… Me resbalo… Las húmedas raíces son como dedos muertos que tratan de agarrarme… Hay poco espacio entre el agua y el techo del túnel… Respiro en rápidos jadeos… La corriente vuelve a atraparme… Intento resistir… Las raíces se desprenden de mis manos… Soy arrastrado.







7. Cazadores del crepúsculo
Fue otra noche larga y agotadora en la Cámara de los Príncipes. Un General Vampiro llamado Staffen Irve nos presentaba su informe a mí y a Paris Skyle. Paris era el más viejo de los vampiros vivientes, con más de ochocientos años a sus espaldas. Tenía el cabello blanco, largo y suelto, una larga barba gris, y había perdido la oreja derecha en una pelea hacía ya muchas décadas.
Staffen Irve había prestado un servicio activo en el exterior durante tres años, y nos estaba poniendo rápidamente al día sobre sus experiencias en la Guerra de las Cicatrices.







8. Aliados de la noche
Esta ciudad, antaño tan tranquila, se encuentra ahora en estado de sitio. En el breve espacio de seis meses, once personas han sido brutalmente asesinadas, y sus cuerpos desangrados y abandonados en diversos lugares públicos. Muchas más se han desvanecido en las sombras de la noche, y podrían estar tiradas bajo las calles, mientras sus cuerpos sin vida se descomponen en la solitaria oscuridad.
Las fuentes oficiales no pueden explicar la espantosa oleada de crímenes. No creen que los asesinatos sean obra de un solo hombre, pero no han sido capaces de relacionar estos crímenes con ningún criminal conocido. Durante la operación policial más grande en la historia de la ciudad, se ha desarticulado a la mayoría de las bandas locales, arrestado a los líderes de sectas religiosas y echado abajo las puertas de órdenes secretas y hermandades… ¡sin resultado alguno!



9. Asesinos del alba
Nos escurrimos a través de los túneles, con Mr. Crepsley abriendo la marcha, Vancha y yo en el medio y Harkat en la retaguardia. Hablamos lo menos posible, y hacía callar a Steve de un manotazo cada vez que empezaba a hablar: no estaba de humor para escuchar sus insultos o amenazas.
No llevaba reloj, pero había estado contando los segundos en el interior de mi cabeza. Calculé que habrían pasado unos diez minutos. Habíamos salido de los túneles modernos, y nos encontrábamos de regreso en el laberinto de los viejos y húmedos conductos. Aún nos quedaba un largo camino por delante: tiempo de sobra para que los vampanezes nos pillaran. 
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10. El lago de las almas
La Muerte estaba en las cartas aquel día, pero ¿en las nuestras o en las de la pantera?
Las panteras negras en realidad son leopardos. Si las miras de cerca, puedes ver unos tenues puntitos que se entremezclan en su piel. Pero créeme: ¡salvo en un zoo, nunca querrías estar tan cerca de una pantera! Se cuentan entre los mayores asesinos de la naturaleza. Se mueven rauda y silenciosamente. En un combate cuerpo a cuerpo, casi siempre salen victoriosas. No puedes escapar corriendo, porque son más rápidas que tú, ni tampoco trepando, porque también trepan mejor. Lo mejor es no cruzarse nunca en su camino, a menos que seas un cazador experto en caza mayor y hayas venido armado con un rifle. Harkat y yo nunca habíamos cazado una pantera, y nuestras mejores armas eran unos cuantos cuchillos de piedra y un largo bastón de punta roma que servía de garrote. Aun así, allí estábamos, al borde de un foso que habíamos cavado el día anterior, contemplando al ciervo que habíamos atrapado y que estábamos usando como cebo, esperando a una pantera.



11. El señor de las sombras
En la distancia se estaba formando una ola de sangre. Roja, impresionante, coronada por chisporroteantes cabezas de fuego. Sobre una vasta llanura, aguardaba una masa de vampiros. Todos ellos, unos tres mil, se enfrentaban a la embestida de la ola. En la retaguardia, separado de la multitud, estaba yo solo. Intentaba abrirme paso (quería estar con el resto del clan cuando la ola lo alcanzara), pero una fuerza invisible me mantenía atrás.
Mientras forcejeaba, rugiendo en silencio (aquí no sonaba mi voz), la ola se iba acercando cada vez más. Los vampiros se apretujaron, aunando sus fuerzas, aterrados pero orgullosos, afrontando la muerte con dignidad. Algunos apuntaban lanzas o espadas hacia la ola, como si con ello pudieran contenerla.
Ahora más cerca, casi encima de ellos, con medio kilómetro de altura, extendiéndose en una línea uniforme a través el horizonte. Una ola de llamas crepitantes y sangre hirviente. La Luna desapareció tras la cortina carmesí y una oscuridad rojo sangre descendió.



12. Hijos del destino
Es el último libro de la saga de Darren Shan.
Los cazadores deben enfrentarse a Steve Leopard, para luchar por el control de la noche. Emergerá Steve victorioso y terminará con el clan de vampiros? o Prevalecerán los cazadores? Un nuevo problema para Darren es que si los vampiros triunfan, él está destinado a convertirse en el Señor de las sombras y destruir a la humanidad. ¿Habrá alguna forma de engañar al destino?

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